
Sus retratos narran leyendas artúricas y escenas religiosas al más puro estilo pre-rafaelita, con elegancia, soledad y un gran cuidado al estilismo; utilizando la luz natural del estudio de su invernadero en la Isla de Wight, donde vivió 15 años, y amenudo retratando a su familia y amigos. Estas son algunas de las imágenes que me han servido de inspiración para mis ultimas fotos, donde he observado la obra de Darwin y la melancolía del paisaje inglés.
